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Soto Jiménez destaca perfil militar de Juan Pablo Duarte

Santo Domingo.- Destaca que el padre de la Patria fue sargento y se involucró en la revuelta contra Boyer y sabía que requerían técnicas militares para materializar proyecto

Si bien el padre de la Patria Juan Pablo Duarte no tenía vocación militar adquirió conocimientos y estrategias para lograr su propósito de la revolución independentista.

Al sustentar este argumento, el historiador y general retirado José Miguel Soto Jiménez recuerda que Duarte hizo el servicio militar obligatorio que imponía el gobierno haitiano y obtuvo el rango de sargento primero, persona que en ese entonces era responsable de manejar los depósitos de armas, lista de personal y administraba las compañías de infantería, y «eso era una cosa imprescindible en su concepto de revolución independentista contra la ocupación haitiana».

Agrega que Duarte hizo que sus compañeros también hicieran el servicio militar a los fines de prepararse para la guerra de independencia y no tener que improvisar.

Soto Jiménez señala que Duarte era consciente de que la revolución de independencia no se podía hacer simplemente de forma política y con ideales sino que había que hacerlo por las armas. Apunta que Duarte también se entrenó en esgrima.

«Duarte no es verdad que era solo el idealista, era un hombre de acción», manifiesta el historiador.
«Es otra faceta que no se ha dicho lo suficiente porque ante todo era un político que tenía la categoría de revolucionario, una categoría que implica arrojo y audacia», agrega.

Recuerda que Duarte se involucró en la revolución de 1843 contra Boyer para ensayar su proyecto de revolución y que, según relato de sus compañeros, salió de su casa con una espada y un trabuco hacia el parque Independencia donde toma parte de la revuelta.

Narra que luego la Junta Central Gubernativa hace coronel a Duarte, pero quien era el fuerte era el general Pedro Santana, jefe de los expedicionarios del sur.

Duarte logra que el gobierno lo envíe a Sabana Buey a compartir el mando con Santana, lo cual fue un error porque ese ejército era casi personal de Santana, relata Soto Jiménez, al indicar que eso creó una enemistad que selló la suerte de la primera república e incluso de la democracia.

Soto lamenta que el país no pudo tener a Duarte como jefe militar ni como presidente, ya que pese a no tener gran experiencia , representa todo un ejemplo para las Fuerzas Armadas y la vida ciudadana, un modelo que deben seguir todas las generaciones castrenses por su amor a la patria, lealtad a la república, integridad moral y muchas otras cualidades.

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