
Santo Domingo.– El dirigente político y exconsultor jurídico del Poder Ejecutivo, Guido Gómez Mazara, volvió a encender el debate político nacional al criticar con dureza lo que califica como la “reproducción mecánica de los errores del pasado” en los partidos dominicanos, particularmente en contextos preelectorales donde, según él, priman la improvisación, la ambición personalista y el fetichismo del dinero como única vía al poder.
Desde su cuenta en la red social X (antes Twitter), Gómez Mazara escribió:
“En el viejo partido (PRD), todos querían la candidatura presidencial al mismo tiempo. El PLD, antes de la división, creyeron que con mucho dinero se hacían presidente. Tropezar con la misma piedra es de boy scout, novatos y escasos de talento. Dios mío”.
Este mensaje, aunque sin nombres directos, se percibe como una clara advertencia hacia el liderazgo político tradicional, en particular a figuras dentro del oficialismo y la oposición que repiten patrones de comportamiento ya condenados por la historia electoral dominicana.
Más allá del sarcasmo o la ironía, Gómez Mazara plantea una crítica estructural a la cultura política nacional, evidenciando que la lucha interna por candidaturas, la falta de visión estratégica y la dependencia del dinero como factor determinante, no solo debilitan las organizaciones políticas, sino que las alejan de la ciudadanía.
Un mensaje que trasciende lo coyuntural
Aunque su publicación no menciona a figuras específicas, muchos analistas han interpretado sus palabras como una alerta velada ante la dinámica interna que ya comienza a agitar las aguas en partidos como el PRM, de cara a las elecciones internas y municipales de 2026.
Gómez Mazara, conocido por su discurso directo y su defensa de una renovación ética y estructural de la política, reafirma así su rol de crítico sistémico frente a los vicios acumulados de la democracia dominicana. Su llamado implícito es a romper con el continuismo de errores y repensar el ejercicio del poder desde una visión más madura y racional.
Contexto de advertencia y reforma
La declaración se suma a una línea de posicionamientos del dirigente en los que ha abogado por democratizar las estructuras internas, fortalecer la institucionalidad partidaria y reducir la influencia del clientelismo. En un escenario donde las tensiones internas y las aspiraciones desbordadas ya empiezan a manifestarse, sus palabras adquieren peso estratégico.
Gómez Mazara, sin anunciar ninguna candidatura en firme, continúa perfilándose como una voz disidente dentro del oficialismo, y como una figura que podría capitalizar el desencanto frente a una clase política que, según él, sigue “tropezando con la misma piedra”.