Opiniones

Un fantasma llamado: Reelección

Por Gilbert Arturo Rojas Rigaud/ Rafagas

Para el año 1974 una coalición de líderes se reunía con la finalidad de, y con miras a las elecciones presidenciales de ese entonces, sacar de raíz y para siempre al presidente que en aquel instante dirigía la nación, Joaquín Balaguer; aquel movimiento se le llamó “El Acuerdo de Santiago”.

Lamentablemente, en aquel momento, el poder que ejercía el ya fenecido caudillo del malogrado Partido Reformista, era el control absoluto en todas y cada una de las instituciones del estado y la Junta Central Electoral de aquella época no escapaba a esa realidad.

La coalición, falló. Balaguer se hacía con un periodo más, sumándole 12 años a su carpeta curricular como primer mandatario. Cuatro año más tardes, el líder reformista aspiraba un periodo más, la reelección ya se había vuelto, para ese instante, una pesadilla, no solo para los opositores al régimen, sino para todo el pueblo dominicano, y es cuando nace una consigna anti reeleccionistas con la pura finalidad de sacar al remanente trujillista del poder.

El principal partido opositor, el Revolucionario Dominicano, se levantaba con la consigna del “no a la reelección”. Las fuerzas balagueristas en esta ocasión no pudieron retener el poder y, para 1978 el PRD tomaba por fin las riendas del país.

El anti reeleccionismo se volvió prácticamente la biblia del partido blanco. Por desgracia, ocho años después, el líder del partido rojo volvió al poder por dos periodos más, por lo que la oposición tenía que mantener fija la consigna, y es cuando el tema de la “no reelección” se vuelve como el arma más poderosa de la oposición hasta nuestros días.

El presidente Luis Abinader anuncia a la nación que optará por un periodo más y los agentes de la oposición utilizan el argumento anti reeleccionista como si fuera la reelección un mal que nos aqueja como país y que nos llevaría a la desgracia.

(El mal que nos aquejaba era Joaquín Balaguer). La constitución no prohíbe que un mandatario se mantenga en la silla por dos periodos consecutivos.

Atacar al presidente Luis Abinader, porque opte por un derecho que le corresponde, es hacer un ataque bajo el desconocimiento de la historia de nuestra nación; es no tener argumento válidos para hacer oposición; es olvidar o no tener idea de las palabras de José Francisco Peña Gómez cuando dijo: El Partido Revolucionario Dominicano no es un partido simple y enteramente anti reeleccionistas, hay casos excepcionales…

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