Opiniones

La lucha interna en PLD

Por Alfredo Freites
A los ojos del público los miembros del PLD están mostrando conductas y actitudes nuevas pero negativas. La lista es decepcionante: deserciones, críticas ácidas contra compañeros, campañas de descrédito, riñas, trampas en elecciones y homicidios.

La imagen que proyecta el PLD no le favorece.

El partido de gobierno ha conculcado la democracia interna y se maneja como un partido absolutista donde priman las voluntades del grupo que está al control de la dirección.

Esa ausencia de libre juego de las ideas y la posibilidad de elegir y ser elegido, ha generado la fuga de varios de sus dirigentes. Incluso se ha “cualquerizado” la misma composición de la corporación que lo dirige.

Los principales dirigentes del PLD han optado por la eternización de sus posiciones y no hay apertura para que compitan los talentos que deben relevar a los integrantes de la Comisión Política que se orilla a una renovación. Sus integrantes no se jubilan y algunos ya tienen años sufi cientes para hacerle una pausa al calendario político.

Este PLD de hoy se identifi ca en sus procedimientos con los demás partidos que tanto se han criticado. Los PRD o PRM, y las versiones antiguas y presente del PRSC tienen como práctica usar la militancia como en el béisbol las bases: son para pisarlas.

El pasado año en el PLD hubo muertes en medio de los preparativos de las pocas elecciones internas. Es de imaginar qué habría pasado si las competencias internas hubieran sido totales en los tres niveles.

Los morados, que emergieron como un partido ejemplar, una entidad tan disciplinada que tras sus mítines hasta recogían sus desperdicios y los miembros hacían voto de humildad económica captando en el pueblo los re- cursos para sus operaciones, esa organización ha desaparecido.

El clientelismo se la tragó.

Ya se ve con todos los focos encendidos que la lucha interna carcome la historia del PLD.

La desaparición del debate de las ideas, la muerte por asfi xia de la democracia interna, hace más ruda y primitiva el fl ujo de las contradicciones.

En toda estructura las contradicciones son precondición pero la organización del debate de las ideas hace posible que la mayoría controle sin atropellar.

En mi cerebro circunnavega el futuro de un país sin partidos organizados y disciplinados.

¿Qué sobrevendrá a ese PLD boschista? El horizonte está turbio. Es para preocuparse.

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