A 11 años de su partida vive en nuestra memoria.
Por: Darwin Feliz Matos.
Han trascurrido 11 años de la partida de esta tierra del líder de masas más grande, no tan sólo de la República Dominicana, sino también de Ibero América, el doctor José Francisco Peña Gómez, cuyo ejemplo debe ser imitado por los más jóvenes.
Su desprendimiento por la lucha en la búsqueda de la mejoría de las condiciones de vida de los más pobres, así como por el respeto de los dineros del Estado, con una visión de águila, y una capacidad extraordinaria, a 11 años de aquella irreparable pérdida su ejemplo vive en la memoria de los que seguimos su legado.
Luego de una larga reyerta contra su maestro el profesor Juan Bosch y el Dr. Joaquín Balaguer y todo su zequito de seguidores no fue tan drástica como la que tuvo que sostener contra el cáncer que lo postró, en la que tuvo que reducir su insuperable capacidad de trabajo en el momento que más su partido lo necesitaba, en plena batalla en un recorrido por la Provincia Peravia bajo unos torrenciales aguaceros el moreno como el solía auto-proclamarse recibió una gripe la cual le provoco una enema pulmonar perdiendo la vida en su casa campestre de cambita, San Cristóbal.
Peña Gómez, fue ejemplo de superación personal, solidaridad humana y mártir político, cuya procedencia humilde, sin poseer apellidos ostentosos, el estigma que siempre le persiguió por sus ancestros haitianos así como sus incalculables calumnias en su contra nunca fueron obstáculo para que amara nuestra nación a la cual defendió hasta con fusil en mano, Peña Gómez pudo vencer despiadadas formas de discriminación y ascender a los más altos peldaños políticos tanto nacional como internacionalmente, representándonos en instituciones internacionales con cargos de primacía.
Un estudioso empedernido llegando a obtener diversos títulos académicos dentro de los más sobresalientes se incluyen: Educación Política, en San Juan, Puerto Rico; Ciencias Jurídicas en la UASD; Derecho Constitucional, en la Universidad de París; Derecho del Trabajo y Seguridad Social, Universidad de París; entre otros, dominando igualmente mas de 7 idiomas.
Su único compromiso fue luchar y defender los derechos del pueblo Dominicano, con una visión social democrática contribuyendo por una mejor distribución de las riquezas para que tengamos más educación, más salud, más empleos, más viviendas, más oportunidades consagrado en su propuesta de nación la cual tomo como Slogan de campaña “Primero la Gente” abriendo las puertas y ventanas a las diversas clases sociales, populares y comunitarias.
Peña fue el primer líder político nacional que descubrió e implemento la necesidad de fortalecer los vínculos entre las instituciones del sistema político y liderazgo social, puesto en marcha en su gestión como Sindico del Distrito Nacional, en donde vinculo a las juntas de vecinos y organizaciones comunitarias de base en la ejecución de las obras en los diversos barrios.
En materia política su amplia visión permitió organizar las ideas y plataformas para normar la organización partidaria con la creación de los frentes de masas, rompiendo el método pasado y conformando uno que respondía a las nuevas coyunturas demostrando ser un vanguardista y la importancia de las mujeres y los jóvenes por su determinación en los procesos electorales por su alto porcentaje.
Su grandeza de ser humano y líder es digna de imitar al igual que sus ideas y principios, los cuales nunca pudieron sus mas fervientes detractores manchar por su impecable trayectoria apegado a la transparencia en su accionar, y por mas epítetos ofensivos que recibió, en donde hasta lo estigmatizaron de antipatriota, de agente encubierto de Haití, aliado del narcotráfico, sacerdote del vudú, cuya única culpa fue haber nacido con la piel un poquito mas oscura o “por haberle caído menos leche al café”, aun así él desarrollo una campaña civilizada, respetuosa, de emulación y de competencia civilizada, demostrando su gigantesca fe en el creador, demostrado en su ultimo spot televisivo “yo los perdono” a todos aquellos que dedicaron tanto tiempo para detractarlo demostrando su grandeza llevando a la practica el mandamiento de Dios “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.